EVALUACIÓN DEL SEXENIO 1976-1982
México en 1976 era una nación en pleno desarrollo; con 67 millones de habitantes, pero con un promedio de escolaridad de lago más de tres años, seis millones de analfabetos, un y medio millones de indígenas desconocedores del idioma español, 13 millones de adultos sin terminar la primaria y alrededor de siete millones sin cursar la secundaria.
Por lo que la administración orientó la política educativa hacia cinco objetivos: 1) Educación primaria para todos, 2) Vinculación de la educación terminal con bienes y servicios necesarios para el pueblo, 3) Elevar la calidad de la educación, 4) Fortalecer la atmosfera cultural, 5) Incrementar la eficiencia del sistema educativo.
Estos objetivos se plantearon en función de cumplir con ciertos proceso de realización humana como lo son: 1) promover la toma de conciencia sobre la realidad del país, 2) La educación apoyara el proceso de participación social, respecto a los valores; 3) Fomentar la solidaridad, 4) desarrollar la capacidad de organización y colaboración para el cumplimiento de metas, 5) Aumentar la productividad.
Dentro del primer objetivo, sobre la educación para todos, se hizo notar que la matricula preescolar aumentó en 768 302 de 1976/77 a 1982/83 (607 946- 1 376 248). Aunque la meta de ofrecer un año de preescolar al 70% de niños de cinco años, no se alcanzó, pues se atendió al 49% de los niños de cinco años y al 30% de cuatro.
En cuanto a la educación inicial la atención de 1977-1982 aumentó de 532 a 70 164.
Respecto a la primaria, a partir de septiembre de 1980, la educación primaria para todos fue un hecho. La matricula de primaria aumentó durante este sexenio en más de dos millones de niños; 12 026 174 en 1976; 14 981 156 en 1982. Cerca de 27 000 localidades recibieron el servicio por primera vez; en total fueron 95 000 las que tuvieron educación primaria.
Se incrementó cerca de de más de 20 786 el número de escuelas y 16 500 de ellas ofrecieron los seis grados. Se añadieron 155 900 grupos a la población atendida y 14 400 al personal de servicio. Esta educación adoptó otras modalidades como: la de instructores comunitarios con apoyo alimenticio, casas-escuelas, centros de educación básica intensiva, compensaciones a maestros, becas y transporte escolar.
La educación primaria mejoró su eficiencia terminal (42.6% a 50.4%) gracias a paquetes didácticos, audioprimaria y otros programas experimentales.
Se quintuplicó la cobertura de castellanización de niños indígenas, satisfaciendo el 50% de la demanda de niños de cinco años. Se amplio la cobertura de acceso a la primaria bilingüe bicultural para estos niños, donde se atendió a 413 000 niños. Se intentó elevar la eficiencia terminal media de esta modalidad, de menos de 16% a poco mas del 30%, a partir de estrategias como los albergues escolares; sin embargo seguía siendo menos al total del nivel de primaria, sobre todo la urbana (52%).
Como apoyo a esta educación primaria indígena se elaboraron libros de lectura en 31 lenguas indígenas y 61 variantes dialecticos, para el programa integrado del primero y segundo grado. Pero a pesar de todo ello siguió habiendo deserción y ausentismo puesto que las familias indígenas seguían viviendo marginados, por lo que los niños tenían que incorporar al trabajo prematuramente.
También se trato de atender el rezago educativo de la población adulta mayor de 15 años. En abril de 1981 se estableció el Programa Nacional de Alfabetización (PRONALF) que se propuso alfabetizar a un millón de adultos, en un año; mientras que en septiembre se creó el INEA (que más tarde absorbería al PRONALF), institución que se encargó de integrar las acciones dispersas e impulsar los programas de alfabetización de adultos. Algunos programas utilizados por este fueron: alfabetización por televisión y los talleres de alfabetización en las escuelas secundarias, la educación básica comunitaria en centros de trabajo y por los medios masivos de comunicación. Se esperaba para el termino del sexenio, haber incorporado a más de 1.6 millones de adultos y estar atendiendo a un millón en primaria y secundaria.
En lo referente al segundo objetivo, sobre la vinculación de la educación terminal con la producción de vienes y servicios necesarios. La vinculación educativa con el servicio productivo era mínima., puesto que a pesar de que para 1976 existían 647 instituciones técnicas y que se había instituido el Plan Escuela-Industria; se formaban cinco profesionales de licenciatura por cada técnico.
La respuesta fue crear el CONALEP, que ofrecía formación técnica de nivel superior. El año de su creación tuvo 4 000 alumnos y en 1982 fueron 93 000 en 139 planteles, y para la vincular la educación técnica con los sectores productivos, estaban los consejos consultivos y los comités de vinculación, quienes se encargaban de fomentar esto. Con esto la matricula del sistema de educación terminal se cuadruplicó, y la participación de los servicios financieros por la federación aumentó 38%.
Respecto al tercer objetivo, sobre elevar la calidad educativa; cuya respuesta fue la Universidad Pedagógica Nacional, cuyo objetivo principal era la investigación educativa para conocer el estado de la educación nacional y solucionar sus problemas; con ella se pretendía un sistema nacional de formación de profesores, de acuerdo a las necesidades del país.
Así mismo, en 1976 se creo el Consejo Nacional Consultivo de la Educación Normal, órgano que promovió la celebración de convenios entre la SEP y los gobiernos estatales para regular la entrada de estudiantes de las normales de primaria.
Para elevar la calidad de la educación normal se revisaron los planes y programas con el fin de asegurar el mejoramiento de la calidad, se realizó una reforma en dichos planes en 1978-79, que incluyó aspecto como el fomento de la actividad cultural. Así como el diseño del perfil del maestro que necesitaba la educación contemporánea del país.
El cuarto objetivo, fue el de fortalecer la atmosfera cultural del país, y uno de los problemas más fuertes era que el mexicano leía muy poco y lo que leía no le ayudaba para enriquecerse culturalmente. Por lo que la SEP editó 302 millones de ejemplares der publicaciones informales, culturales y educativas, sin incluir 475 millones de libros de texto gratuitos para la educación primaria, los cuales se hicieron llegar a las comunidades y a las personas. Se promovió el habito de la lectura a través de de los canales tradicionales, y se crearon otros, el correo del libros, las tiendas CONASUPO, entre otros. La red de bibliotecas aumentó en más de 30% en relación con 1976, y se construyeron otras 49. Se establecieron más de 1 800 salas de lectura para las poblaciones de 800 a 2 000 habitantes.
La SEP dirigió su atención también hacia la radio y la televisión, no utilizados adecuadamente hasta entonces, para brindar apoyo al magisterio nacional y para ampliar las labores de difusión cultural.
El quinto objetivo de la SEP se refería a incrementar la eficiencia del sistema educativo, por lo que era necesario pensar, ante la extensión de la labor educativa, en desarrollar el apoyo administrativo adecuado para lograr que la acción de la SEP fuera realmente eficaz y eficiente. Y por tanto durante cuatro años se realizó la reorganización de la SEP, con cinco etapas de reestructuración.
El principal obstáculo del funcionamiento de la SEP era la excesiva concentración de los órganos decisorios en el D.F. Lo cual suscitaba respuestas impropias y tardías a los problemas complejos en otras regiones del país; por lo que se crearon en 1982, 31 delegaciones estatales para coordinar, operar, administrar y planear los servicios educativos federales en los estados, con estrecha vinculación de los órganos centrales. Lo que permitió que funcionaran adecuadamente 52 programas definidos por el sector educativo.
OPINIÓN:
En lo referente al sexenio de José López Portillo, se puede mencionar que como se ha visto, hubo un gran aumentó en la educación primaria, y por tanto una gran inversión. En tanto que de igual forma se pretendía incluir en ella a los adultos mayores de 15 años y a las comunidades indígenas, las cuales fueron poco favorecidas puesto que aun con el incremento de escuelas a su alcance, no podía asistir a ellas ya que aun vivían marginados y por ende, los niños tenían que trabajar para poder sobrevivir; aquí veo una de las deficiencias del gobierno puesto que no previeron situaciones como esta, que traen como resulta la deserción o ausentismo escolar.
Desde una perspectiva más general se debe de tener en cuenta que, a pesar de que la inversión en materia educativa estuvo sujeta a una meta establecida, aun con ello pasó muy por arriba de lo invertido en sexenios anteriores.
En este sexenio ya se hace notar la aparición de un modelo neoliberalista, no del todo concretó, pero en el que si se observa que el estado se convierte en administrador.
Bibliografía:
MENESES Morales, Ernesto. Tendencias Educativas Oficiales en México 1976-1788, México, CCE-UIA, 1997, pp. 215-226