jueves, 22 de septiembre de 2011

EVALUACIÓN  DEL SEXENIO 1976-1982
México   en 1976 era  una nación en pleno desarrollo; con 67 millones de habitantes, pero con un promedio de escolaridad de lago más de tres años, seis millones de analfabetos, un y medio millones de indígenas desconocedores del idioma español, 13 millones de adultos sin terminar la primaria y alrededor de siete millones sin cursar la secundaria. 
Por lo que la administración orientó la política educativa  hacia cinco objetivos:     1) Educación primaria para todos, 2) Vinculación  de la educación terminal con bienes y servicios necesarios para el pueblo, 3) Elevar la calidad de la educación, 4) Fortalecer la atmosfera cultural, 5) Incrementar la eficiencia del sistema  educativo.
Estos objetivos se plantearon en función de cumplir  con ciertos proceso de realización humana como lo son: 1) promover la toma de conciencia sobre la realidad del país, 2) La educación apoyara  el proceso de participación social, respecto a los valores; 3) Fomentar la solidaridad, 4) desarrollar la capacidad de organización y colaboración  para el cumplimiento de metas, 5) Aumentar la productividad.
Dentro del primer objetivo, sobre la educación para todos, se hizo notar que la matricula preescolar aumentó en 768 302  de 1976/77 a 1982/83 (607 946- 1 376 248). Aunque  la meta de ofrecer un año de preescolar al 70% de niños de cinco años, no se alcanzó, pues se atendió al 49% de los niños de cinco años y al 30% de cuatro.
En cuanto a la educación inicial  la atención de 1977-1982 aumentó de 532 a      70 164.
Respecto a la primaria, a partir de septiembre de 1980, la educación primaria para todos  fue un hecho. La matricula  de primaria aumentó durante este sexenio en más de dos millones de niños;  12 026 174 en 1976; 14 981 156 en 1982. Cerca de 27 000 localidades recibieron el servicio por primera vez; en total fueron 95 000  las que tuvieron educación  primaria.
Se incrementó cerca de de más de 20 786 el número  de escuelas y 16 500 de ellas ofrecieron los seis grados.  Se añadieron 155 900 grupos  a la población  atendida y 14 400 al personal de servicio. Esta educación adoptó otras modalidades como: la de instructores comunitarios con apoyo alimenticio, casas-escuelas, centros de educación básica intensiva, compensaciones a maestros, becas y transporte escolar.
La educación primaria mejoró su eficiencia terminal (42.6% a 50.4%) gracias a paquetes didácticos, audioprimaria y otros programas experimentales. 
Se quintuplicó la cobertura de castellanización  de niños indígenas, satisfaciendo el 50% de la demanda de niños de cinco años. Se amplio la cobertura de acceso  a la primaria bilingüe bicultural  para estos niños, donde se atendió a 413 000 niños. Se intentó elevar la eficiencia terminal media de esta modalidad, de menos de 16% a poco mas del 30%, a partir de estrategias como los albergues escolares; sin embargo seguía siendo menos  al total del nivel de primaria, sobre todo la urbana (52%).
Como apoyo a esta educación primaria indígena se elaboraron libros de lectura en 31 lenguas indígenas y 61 variantes dialecticos, para el programa integrado  del primero y segundo grado. Pero a pesar  de todo ello  siguió habiendo deserción  y ausentismo puesto que las familias indígenas seguían viviendo marginados, por lo que los niños tenían que incorporar al trabajo  prematuramente.
También se trato de atender el rezago  educativo de la población adulta mayor de 15 años. En abril de 1981 se estableció el Programa Nacional de Alfabetización (PRONALF) que se propuso alfabetizar a  un millón de adultos, en un año; mientras que en septiembre se creó el INEA (que más tarde absorbería al PRONALF),  institución que se encargó de integrar las acciones dispersas e impulsar los programas de alfabetización de adultos. Algunos programas utilizados por este fueron: alfabetización por televisión y los talleres de alfabetización en las escuelas secundarias, la educación básica comunitaria en centros de trabajo y por los medios masivos de comunicación. Se esperaba para el termino del sexenio, haber incorporado a más de 1.6 millones de adultos y estar atendiendo a un millón en primaria y secundaria.
  En lo referente al segundo  objetivo, sobre la vinculación  de la educación terminal con la producción de vienes y servicios  necesarios. La vinculación  educativa con el servicio productivo era mínima., puesto que a pesar de que para 1976 existían 647 instituciones técnicas y que  se había instituido  el Plan Escuela-Industria;  se formaban cinco profesionales de licenciatura  por cada técnico.
La respuesta  fue crear el CONALEP, que ofrecía formación técnica de nivel superior. El año de su creación tuvo 4 000 alumnos  y en 1982 fueron  93 000 en 139 planteles, y para la vincular  la educación técnica con los sectores  productivos, estaban  los consejos consultivos y los comités  de vinculación, quienes se encargaban de fomentar esto.  Con esto la matricula  del sistema de educación terminal se cuadruplicó, y  la participación de los servicios financieros por la federación  aumentó 38%.
Respecto al tercer objetivo, sobre elevar la calidad educativa; cuya respuesta fue la Universidad Pedagógica Nacional, cuyo objetivo principal era la investigación educativa para conocer el estado  de la educación nacional y solucionar sus problemas;  con ella se pretendía  un sistema nacional  de formación  de profesores, de acuerdo a las      necesidades del país.
Así mismo, en 1976  se creo el Consejo  Nacional  Consultivo de la Educación Normal, órgano que  promovió la celebración  de  convenios entre la SEP y  los gobiernos estatales para regular la entrada de estudiantes  de las normales de primaria.
Para elevar la calidad de la educación normal se revisaron los planes y programas  con el fin de  asegurar  el mejoramiento de la calidad, se realizó una reforma en dichos planes en 1978-79, que  incluyó aspecto como el fomento de la actividad cultural.  Así como  el diseño del perfil del maestro que necesitaba  la educación contemporánea  del país.
El cuarto objetivo, fue el de fortalecer  la atmosfera cultural del país, y uno de los problemas más fuertes era que el mexicano  leía muy poco y lo que leía  no le ayudaba para enriquecerse culturalmente. Por lo que la SEP editó 302 millones de ejemplares der publicaciones informales, culturales y educativas, sin incluir 475 millones de libros de texto gratuitos para la educación primaria, los cuales se hicieron llegar a  las comunidades y a las personas. Se promovió el habito de la lectura a través de  de los canales tradicionales, y se crearon otros, el correo del libros,  las tiendas CONASUPO, entre otros. La red de bibliotecas aumentó  en más de 30% en relación con 1976, y se construyeron otras 49.  Se establecieron más de 1 800 salas  de lectura para las poblaciones  de 800 a 2 000 habitantes.
La SEP dirigió su atención también hacia  la  radio y la televisión, no utilizados adecuadamente  hasta entonces, para brindar  apoyo  al magisterio  nacional y para ampliar las labores de difusión cultural.
 El quinto objetivo de la SEP  se refería  a  incrementar la eficiencia  del sistema educativo, por lo que era necesario pensar, ante la extensión de la labor educativa, en desarrollar el apoyo  administrativo adecuado para lograr  que la acción de la SEP fuera  realmente eficaz y eficiente.  Y por tanto durante cuatro años se  realizó la reorganización de la SEP, con cinco etapas de reestructuración.
El principal obstáculo  del funcionamiento de la SEP  era la excesiva  concentración  de los órganos decisorios en el D.F. Lo cual suscitaba respuestas impropias  y tardías a  los problemas  complejos en otras regiones del país; por lo que se crearon en 1982, 31  delegaciones  estatales para coordinar, operar, administrar y planear los servicios  educativos  federales  en los estados, con estrecha vinculación de los órganos centrales.  Lo que permitió que funcionaran  adecuadamente 52 programas  definidos  por el sector educativo.

OPINIÓN:
En lo referente al sexenio de José López Portillo, se puede mencionar que como se ha visto, hubo un gran aumentó en la educación primaria, y por tanto una gran inversión. En tanto que de igual forma se pretendía incluir en ella a los adultos mayores de 15 años y a las comunidades indígenas, las cuales  fueron poco favorecidas puesto que  aun con el incremento de escuelas  a su alcance,  no podía asistir a ellas ya que aun vivían marginados y por ende, los niños tenían que trabajar para poder sobrevivir; aquí veo una de las deficiencias del gobierno puesto que no previeron situaciones como esta,  que traen como resulta la deserción o ausentismo escolar.
Desde una perspectiva más general se debe de tener en cuenta que, a pesar de que la inversión en materia educativa estuvo sujeta a una meta establecida, aun con ello pasó muy por arriba de lo  invertido en sexenios anteriores.
En este sexenio ya se hace notar la aparición de un modelo neoliberalista, no del todo concretó, pero en el que si se observa  que el estado  se convierte en administrador.


Bibliografía:
MENESES Morales, Ernesto. Tendencias Educativas Oficiales en México 1976-1788, México, CCE-UIA, 1997, pp. 215-226

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